Con respecto al desempeño militar, el trato igualitario podría ser contraproducente. Los individuos no deberían recibir un trato que implique que pueden hacer todo por igual, ya que esto evitaría que se desarrollen las capacidades necesarias. Para una máxima y eficaz contribución al grupo, distintas personas deberán trabajar en distintas cosas.
Todos deberían ser evaluados con los mismos criterios y premiados/sancionados según su desempeño. Sin embargo, esto es muy distinto de la humillación, que destruye la cohesión de la unidad y podría aniquilar la lealtad.
Ted S. Westhusing, ‘Equality Within Military Organizations’, Journal of Military Ethics, 5 (2006), p9-10.