Suele ser difícil para los civiles abandonar las áreas de combate.

¿Cómo sabe si no tienen familiares mayores o niños enfermos que no pueden moverse? ¿Qué pasa si estaban demasiado atemorizados como para desplazarse?

Los civiles no tienen la "culpa" de estar donde se despliega la batalla: deben ser protegidos de los peligros de la batalla en la mayor medida posible.

Particularmente en operaciones de contrainsurgencia, ganar el apoyo de la población civil es clave para el éxito. Por ende, debe considerar el impacto que tendrá una operación de combate en los civiles.

 "... en guerras irregulares, donde las líneas de combate no están claramente definidas, los civiles tienen pocas posibilidades de retirarse del campo de batalla por sus propios medios y, consecuentemente, pueden quedar atrapados en situaciones peligrosas al comenzar el combate... ganar el apoyo de la población local es realmente el objetivo militar en una campaña de contrainsurgencia. Si este es el caso, para que la campaña en general tenga éxito puede ser más importante reducir, incluso eliminar, las víctimas civiles en la población local, que matar o capturar insurgentes".

Stephen Coleman, Military Ethics: an Introduction with Case Studies, (Oxford University Press, Oxford, 2013), p180-181, 183.