"Entre equipos unidos, los sobrenombres -incluso los poco halagadores- pueden ayudar a cultivar el sentido de pertenencia y camaradería" (Brett). Considerando esto, sigue siendo importante que los soldados hagan lo que creen correcto, independientemente de la situación y las opiniones de otras personas. "El hombre íntegro hace lo que considera correcto, incluso ante la reprobación de otros" (Robinson).

Aunque para muchos un sobrenombre dado por los compañeros se considera una especie de placa de honor, otros pueden considerarlo abusivo, incluso los sobrenombres afectuosos. Para "encajar", algunos harán de cuenta que no les molesta. Por lo tanto, no hay que suponer que, como nadie se ha quejado, a nadie le molesta.

Las fuerzas militares necesitan personas que resistan la presión de los pares cuando sea necesario.

Oliver Brett, ‘What’s in a nickname?’ http://news.bbc.co.uk/1/hi/magazine/7829013.stm

Paul Robinson, ‘Magnanimity and Integrity as Military Virtues’, Journal of Military Ethics, 6 (2007), p261-262.